Todos hemos cometido errores viajando, la verdad es que todos hemos cometido errores en la vida, es algo que no podemos evitar, así es la naturaleza humana y aunque tenemos bastante experiencia en viajes no estamos ajenos a cometer errores, en el artículo Engaños mochileros, en los que caímos y en los que no queda muy claro que la experiencia ayuda un poco, pero no siempre.
Por supuesto siempre hay que tratar de minimizar cualquier tipo de riesgo y aquí es donde nosotros cometimos un error, por un tiempo viajamos sin seguro medico.
Un seguro medico no es un gasto, es una inversión en tu salud y tu futuro. Además siempre cubren otras cosas como: perdida de equipaje, robos y otras cosas. Lo ultimo que queremos es que nuestro viaje termine por algún accidente y de esto se trata este artículos, sobre accidentes. Nadie esta ajeno a este tipo de cosas y cuando estas literalmente al otro lado del mundo pueden causarte mas de un dolor de cabeza, esta es una recopilación de nuestros accidentes durante nuestro viaje.
Aprendiendo a cocinar en Nueva Zelanda
El primer accidente que tuve fue con una olla a presión en Blenheim, Nueva Zelanda. Antes de empezar a viajar no era muy dado a las tareas domésticas, algo que cambió por supuesto ya que al vivir solo es imprescindible saber hacer de todo.
El menú del día era puré de papas, encontramos una olla a presión en la casa y dijimos – Que bien, las papas se van a cocer mucho mas rápido – pero cuando las papas estaban listan nadie tenía la menor idea de cómo se abría una olla a presión. Por supuesto el genio forzó la olla, el resultado fue obvio… la cocina termino con pedacitos de papa en cada rincón, hasta en el techo estaba el almuerzo y yo con una quemadura bastante fea en el brazo derecho. Al principio no dije nada, haciéndome el valiente, fui al baño y puse el brazo bajo el agua por un largo rato, para el dolor tomé antiinflamatorios.
Con el pasar de las horas el dolor en vez de disminuir aumentaba, terminé en el servicio de urgencia del hospital de la ciudad. Perdí la mitad de la piel del brazo, fue muy gracioso porque la mancha de nacimiento y hasta los lunares desaparecieron por bastante tiempo, para que hablar de mi brazo rosa que me acompaño hasta que la piel volvió a crecer.
Problemas a la espalda en Australia
La segunda vez que terminé en un hospital fue en Carnarvon, Australia. Estaba recolectando porotos verdes (o chauchas para mis amigos argentinos). Estos crecen como enredadera desde el suelo hasta alcanzar 1 metro y medio de altura.
Trabajaba sentado en un cajón de tomates, lo movía mientras avanzaba y así trabajaba sentado la mayor parte del día, un trabajo muy cómodo para los que han cosechado algo alguna vez. En un momento moví el cajón y al siguiente estaba en el suelo con un lumbago fulminante, ni luces de mis compañeros de trabajo. Al cabo de una hora de estar absolutamente inmóvil en el piso alguien paso por la hilera del lado, como pude pedí ayuda, me llevaron al hospital de la ciudad. Entre los remedios que me dieron venía Valium, cuando llegué de vuelta al backpacker, dos veces se ofrecieron comprarme mis pastillas. Después de una semana en cama me recuperé al 100%.
Durmiendo en un hospital en Francia
Si bien no fue como paciente igual dormí en un hospital por varias noches, fue en Lille, Francia. Llevaba menos de una semana en Francia cuando Anne cayó enferma, gracias a un mal diagnostico medico la cosa se complicó y terminó hospitalizada por varios días. Desde la segunda noche me fui a vivir con ella al hospital, en el día me sentaba en el cuarto y en la noche las enfermeras armaban una cama a los pies de Anne.
Al final todo salió bien y ahora no deja de ser una anécdota mas del viaje, junto a la Coca-Cola Cherry que descubrí en una maquina dispensadora mientras caminaba por el hospital.
Nadando con medusas en Malasia
Son muy lindas las medusas, es un animal que siempre me ha intrigado y una vez tuve la suerte de verlas nadar en un acuario, quede fascinado con la elegancia de sus movimientos.
Claro que no es lo mismo verlas detrás de un cristal a chocar con una mientras nadas en la playa. Esto fue lo que me pasó en la isla de Langkawi, en Malasia. Como había hecho muchas veces antes entre a la playa a disfrutar del agua y nadar un poco, estaba en eso cuando sentí un dolor terrible en mi brazo derecho, lo primero que hice fue salir del agua.
Al revisarlo noté muchas marquitas rojas en forma de líneas que iban en todas direcciones y unos pedacitos de gelatina que aun colgaban, ahí me di cuenta que había chocado con una medusa. Como pude saqué los pedacitos de medusa y empecé a caminar de vuelta hasta donde estaba Anne, después de contarle lo que me había pasado tomamos el auto que habíamos arrendado y partimos al hospital. El dolor era horrible y con el paso de los minutos mi brazo se hinchaba mas y mas, ya en el hospital nos dijeron que era algo bastante común en la isla y me dejaron en observación por varias horas, ellos no sabían (y yo tampoco) si era alérgico y por las dudas de un posible shock anafiláctico, lo mejor era quedarse en el hospital.
Todo salió bien, al final supe (de la peor manera) que no soy alérgico a este tipo de medusas, las cicatrices me acompañaron por muchos meses, un suvenir de Langkawi en la piel.
Como dijimos, por un tiempo viajamos sin un seguro de viaje y como pueden ver, nos pasaron muchas cosas en el camino. Estábamos jugando a la ruleta rusa con nuestra salud, al final no paso nada, pero por cada situación que pasamos siempre el estrés y la incertidumbre fue grande.
¿Y ustedes, viajan con seguro de viaje? Si es que no, deberían.
Etiquetas:
Salud
2 Comments
Lamentable que despues de tantos años viajando recien ahora encuentre este blog. Se que la entrada no es reciente pero me senti completamente identificada con el tema, viajo todos los veranos a algun lugar en el extranjero (vivo en chile) y cada viaje significa un enfermo. En Republica Dominicana descubrimos que no hay que tentar al destino con la salubridad de la comida, y menos una noche antes del viaje de vuelta a casa, el resultado fue mi hermano verde y corriendo cada media hora al baño mientras esperabamos el avion. Desde ese minuto decidimos viajar con seguro de viajes, son caros pero dan seguridad, especialmente cuando tienes enfermedades que no pueden ser tratadas con medicamentos que se pueden llevar en la maleta. Otro tema que descubrimos hacce algun tiempo son las posiblidades de contagio de una simple enfermedad, siempre que viajo comparto pieza con mi hermano, y si el se resfria yo termino con fiebre, y es aun peor si estas en lugares con poca ventilacion como la pieza de un crucero. Es complicado pero hay que aceptarlo, son anecdotas que tendras de por vida!
Hola Benja,
¿Cómo es el tema de la WHV para australia con los seguros?
En el formulario de postulación aparece en los “must” pero luego sale que sólo se recomienda…
En fin, ¿qué seguro me recomendarías tú, si deseo viajar con mi pareja?
Por más que busco por internet, los que están en chile, los encuentro muy caros y cuando pillo uno asequible, resulta que está empapelado con reclamos de gente que ha sido estafada.
No me gustaría viajar sin seguro, especialmente porque ya tengo la mala experiencia de enfermarme del estómago por alguna comida que estaba mala…
¿es necesario pagar de una vez los 365 días de estadía en australia? o es mejor simplemente contratar un seguro por un par de meses y luego contratar otro estando allá…?
¡Saludos!
Alejandra Artículo reciente – Article récent New Human