Rara vez se ve un mochilero con una valija con ruedas. En el camino, la mochila será tu armario, tu cama, tu cocina y tu cuartel general, por eso esta es una elección crucial. Una mala decisión puede complicarte la vida. Pero ¿cómo diablos se elige una mochila para cruzar el mundo? No te preocupes, ¡te lo contamos todo!

Regla #1: Probar la mochila

Fuera de la cuestión de comprar una mochila que ves por primera vez, que no conoces y que se convertirá en tu compañera de viaje. Tienes que jugar con las correas, revisar cada bolsillo, ver cada compartimento y pensar que puedes guardar acá. Prueba la mochila cargada (con unos kilos para ver cómo se siente) y ¡no vaciles en hacer un montón de preguntas!

Regla #2: Los criterios que importan: robustez, comodidad y practicidad

Olvídate de la estética, comprar una mochila preciosa puede ser una muy buena idea en el momento pero no te proporcionara consuelo cuando el cierre de mala calidad se rompa y termines con la mitad de tus cosas en el suelo del tren del que tienes que bajar en los próximos 15 segundos… Una buena mochila puede ser la diferencia entre perder tus calcetines, tu bolsa de dormir o tu conexión a Moscú. Olvida también la idea de “Mi amiga Mafalda tiene la misma mochila, si es buena para ella lo será para mí”, no te servirá para nada cuando tengas dolor de espalda y veas a tu amiga con una sonrisa en su cara, sabiendo que la mochila se ajusta perfectamente a SU espalda y no a la tuya.

Revisemos los 3 criterios para elegir una mochila:

Robustez

Asegúrate de la calidad de la tela, cintas, piezas de plástico, costuras, elásticos y cierres. ¿Son realmente de calidad? ¿Durarán un viaje que se puede extender por años?

Busca los refuerzos en lugares estratégicos: revisa los cierres y a lo largo de las costuras (soportarán peso y presión), examina la parte inferior de la mochila. Abre y cierra una y otra vez los cierres, estos deben correr suaves sin quedar bloqueados de principio a fin.

Comodidad

No pongas en peligro tu salud, viaja con una mochila cómoda y conveniente para tu cuerpo.

• Altura: la distancia entre los tirantes y el cinturón debe ser compatible con el tamaño de tu espalda. Si esta no es ajustable, prueba la mochila (con peso) para determinar si es compatible. En especial en las mochilas para mujeres, a veces son talla única. Imagina una tienda donde todas las prendas son del mismo tamaño… te sería difícil creer que toda la ropa te quedaría perfecta como a tu amiga Mafalda aun sabiendo que ella es 10 cm más alta y 3 kg más delgada que tú, ¿verdad?.
• Buena distribución del peso: el cinturón de la mochila es muy importante. Ni siquiera pienses en usar una mochila sin cinturón ya que este distribuye el peso en las caderas y las piernas evitando que sobrexijas tu espalda. Debe dar la sensación que subiste 10 kilos de peso y no que tienes colgando a tu primo de 10 kilos en la espalda. Por ello, la elección de la longitud de la mochila es crucial, si es demasiado corta o demasiado larga el cinturón no estará sobre tus caderas, no cumplirá su función y sufrirás la incomodidad y posibles dolores. El cinturón debe ser acolchado y de un ancho conveniente. Para probarlo basta usar la mochila cargada. Una vez el cinturón esté abrochado sentirás la diferencia inmediatamente. Si este no es el caso, no es el tamaño indicado o tienes que ajustar la altura del cinturón.

La correa del pecho aumenta la comodidad, el cinturó distribuye gran parte del peso en la mitad inferior del cuerpo.

• Adaptada a tu cuerpo: Si te molestan los tirantes o la correa del pecho, pasa al siguiente modelo. Para las mochileras, las mochilas para mujeres pueden ser muy cómodas ya que los tirantes son más estrechos, el cinturón está diseñado para caderas más anchas, la correa del pecho evita que comprimas el tuyo y el tamaño de espalda es más pequeño… sin embargo, no te equivoques, puede que la opción para ti no sea una mochila diseñada específicamente para mujeres y te siente mejor un modelo unisex.
• Ventilación adecuada: Con el sudor de la espalda, la humedad rápidamente se convierte en algo desagradable.  No busques específicamente lo último en tecnología pero infórmate sobre el sistema de ventilación de la mochila que te interesa.

Con los ajustes adecuados, incluso una mochila bastante pesada no debería causar malestar o dolor en los hombros o la espalda.

Conveniencia

	Generalmente, cuando uno viaja por periodos largos de tiempo aprecia los bolsillos y el acceso rápido a lo que necesita sin tener que abrir la mochila y revolver todo para encontrar lo que quiere. Las redes pueden servir como zona de almacenamiento  de fácil acceso (polar, mapas) y las correas para colgar botellas u otras cosas. También es muy útil la división removible que crea dos compartimientos internos, es interesante para la distribución de peso en la mochila.Una mochila puede tener muchas cosas útiles, pero recuerda que tiene que coincidir con tu(s) viaje(s).Si viajas a un lugar muy húmedo puedes privilegiar la impermeabilidad  y evitar los bolsillos laterales o aberturas que son más propensas a dejar pasar el agua.Finalmente, existen varios accesorios prácticos. Como una cubierta impermeable o correas extra para llevar la carpa o una bolsa de dormir bajo la mochila. Todo esto depende de si deseas una mochila cómoda o versátil, por ejemplo.
Correas de compresión, bolsillos laterales, redes, elementos de sujeción, apertura frontal … te ayudan a organizar tus pertenencias.

Regla #3: Fija un límite de peso

Esto depende del tipo de viaje que planees y de tu destino.

Hablemos sobre la versatilidad de la mochila: creo que una mochila de 55 ó 60 L no es voluminosa y ofrece el espacio suficiente para almacenar lo necesario para viajes largos. Muchos viajeros usan mochilas aun más pequeñas, por ejemplo de 45 L, si viajas sin equipo y con muy poca ropa (olvida esto si viajas a lugares muy fríos o si necesitas equipamiento especifico). Yo uso una mochila de 69 L, considero que es el límite (me gustaría pasar a 60 L). Benjamín tiene el mismo modelo que yo y lo encuentra perfecto, sabiendo que viajamos con equipo de camping, una carpa, nuestros notebooks, dos cámaras réflex y un montón de equipo fotográfico que incluye cuatro lentes.

También hay que tomar en cuenta el peso de la mochila vacía, este punto es importante y tú decides hasta cuanto quieres cargar. Duda seriamente de tu elección si la mochila pesa más de 2 kg.

También existen las mochilas ultra ligeras, que pueden ser una buena opción. Pero no hagas de esto tu prioridad, ya que es mejor una mochila adecuada aunque esta sea un poco más pesada que una mochila liviana inadecuada.

¡Ya estás listo(a) para encontrar la mochila perfecta! En cuanto a Ben y yo, usamos el modelo Quechua Forclaz 70. Recuerda que una buena mochila te permitirá sacar el máximo aprovecho a las experiencias de tu viaje…