No todo es color de rosa cuando viajamos y aunque la gran mayoría de nuestras experiencias son buenísimas, no falta esa pequeña parte fea que nos da dolor de cabeza y nos hace pasar mas de un mal rato. Hace unas semanas decidimos hacer una lista sobre las 10 peores cosas que le pueden pasar a un mochilero.
1. Los días feriados
Hay pocas cosas peores que llegar a alguna ciudad en medio de un festival o en un día feriado, no hay nada abierto, hay menos transporte publico, los alojamientos están llenos y son mas caros. A nosotros nos pasó en Japón, justo llegamos durante la semana dorada (un grupo de días donde se juntan varios feriados y que los japoneses aprovechan para salir de vacaciones) no había nada libre, recorrimos muchísimos hostales buscando alguna cama, los templos estaban llenos y los precios eran aun mas altos. Igual disfrutamos muchísimo Japón, pero la famosa semana dorada nos dio mas de un dolor de cabeza.
2. Descubrir que pagaste mas
Que frustrante es llegar a un país y no conocer los precios, mas de alguna vez hemos pagado algo creyendo que era el precio correcto y después hablando con otra persona descubrimos que pagamos mucho mas que el precio normal. Algo muy común en Asia lamentablemente.
3. Tomar un avión, bus o tren con resaca
Cuando nos vamos de un lugar donde hicimos muy buenos amigos lo clásico es celebrarlo, lo malo es cuando nos pasamos de copas y terminamos al otro día con una resaca gigante. Si tenemos que tomar un bus, avión o tren la mañana siguiente es horrible, como mochileros buscamos ahorrar en todo lo que podamos y los asientos baratos no son muy cómodos. 10 horas en un bus sin baño que se mueve, con calor y lleno no es el mejor lugar para tener resaca. A todo el mundo le ha pasado mas de una vez, en el momento es horrible pero con el paso del tiempo puede ser una buena historia para contar y reírse un rato.
Me pasó en Japón, con una amiga nos tomamos una botella de un litro de ron (la típica de duty free), a la mañana siguiente nos queríamos matar ya que teníamos un viaje de varias horas en bus, la única que disfrutó el viaje fue Anne que la noche anterior no había tomado nada.
4. Alguien que ronque en el dormitorio
Dormir con otras 10 personas en una habitación es algo a lo que terminamos acostumbrando, todo sea por ahorrar y viajar mas, pero que horrible es cuando llegamos cansados y hay alguien que suena como aplanadora en el cuarto. No hay mucho que hacer al respecto mas que usar tapones para los oídos y contar ovejas.
5. Un Bebé en el avión, bus o tren
El problema no es el bebé en si, un bebé tranquilo no se nota, pero cuando un bebé llora un viaje puede transformarse de largo a eterno. Muchas veces con Anne no tomamos el riesgo, cuando vemos un bebé siempre nos movemos de puesto, por supuesto si hay asientos libres, lamentablemente no siempre es así.
6. Que tus padres piensen que estas muerto porque dejaste pasar 2 días sin llamar o escribir
Ahora mis padres están un poco acostumbrados a que desaparezca de vez en cuando, muchas veces viajamos a lugares remotos sin mucha comunicación, en ocasiones dejamos un mensaje diciendo -“voy a un lugar remoto, vuelvo en unos días, no se preocupen, besos”, pero otras veces solo vamos sin dejar mensaje alguno y pueden pasar semanas en las que nadie sabe de nosotros. Gracias a que llevamos tiempo viajando ya casi no nos sucede, pero no hace mucho tiempo leí que en Australia el consulado francés había emitido una alerta por una joven que estaba desaparecida, después de unas semanas cuando la chica llamó a sus padres supieron que solo había ido a recorrer el outback con unos amigos.
7. Que tu mochila termine en Tibilisi
Bueno en Tibilisi o en cualquier otro lugar al que no vayamos. Otra de las cosas horribles que nos pueden pasar es que la aerolínea pierda o despache a otro lugar nuestra mochila, por suerte a nosotros nunca nos ha pasado, aunque una vez en Lima casi las perdimos, teníamos una conexión y nuestras mochilas iban a ser transferidas de avión, como era una escala larga quisimos salir un rato del aeropuerto y en camino a la salida encontramos nuestras mochilas , solitas, dando vueltas y vueltas en la cinta transportadora, una suerte, quizás se hubiesen quedado en Lima mientras nosotros volábamos a Santiago.
8. Viajar enfermo
Por supuesto no estoy hablando de una enfermedad grave, sino de un simple resfrió o una insolación. El mejor remedio para un resfrió es un buen descanso y mientras viajamos no siempre se puede, cuando dejamos Australia con camino a Japón viajé resfriado, muchas horas de vuelo y de dormir mal con una escala en medio, fue horrible. Además en Japón me sonaba la nariz en todo lugar, días después leyendo un articulo supe que era de muy mala educación sonarse en publico, ahí supe por que las personas me miraban tanto cada vez que me sonaba en el tren.
9. Perder tu pasaporte
Por suerte nunca nos ha pasado y si bien he perdido mi pasaporte en mas de una ocasión, siempre lo he encontrado o me lo han devuelto. No puedo imaginar lo horrible que debe ser perder el pasaporte y tener que viajar a la capital para buscar el consulado y sacar uno nuevo, eso si tienes suerte por que hay países que no tienen consulado de tu país. En muchos casos la perdida del pasaporte conlleva la perdida de la visa y ahí hablamos de multas, de perdida de vuelos, resumiendo una pesadilla burocrática que no quiero vivir nunca.
10. Pensar que estamos comiendo algo cuando es otra cosa completamente distinta
En Vietnam tuve una experiencia culinaria única, después de comer un bol de sopa riquísima la señora del local me pregunto – ¿te gusto la sopa? –Si, estaba exquisita… después riendo me dijo bueno era sopa de perro. Pensé, muchas gracias por su honestidad pero no necesitaba saber eso.
En Australia una vez compré una cajita de jugo de naranja en el supermercado, una caja chiquita de 250 ml y estaba malísimo, pero como tenia sed me lo tome casi todo, de verdad estaba malo el jugo de naranja. Después leyendo la caja con un poco mas de atención leí que era concentrado de jugo y que con esa cajita se podía hacer un litro de jugo agregándole agua.
Etiquetas: Alojamiento Dinero Salud Seguridad
8 Comments
Interesante y entretenido, lo malo es que con dificultades se aprende mucho mas ràpido y es doloroso, pero nuestra mente siempre lo guarda en el baùl de los recuerdos.
Me pasó le 80% de todo lo que describís 😀 Buen articulo!
Eliana Artículo reciente – Article récent ¿El mapa o la realidad?
Coincido con todos, menos con el de gastar de más, creo que los mochileros de repente viajan con fiebre de gastar lo menos posible, y por eso se llevan un montón de dolores de cabeza innecesarios, especialmente en asia. Recuerdo en la India escuchar a europeos indignados porque les cobraban 20 o 30 rupias de más, y que en europa no se hacen drama por euros de diferencia.
Creo que la solución es creer en los precios justos. O sea, si te parece que es un buen precio lo que pagaste por lo que te dieron, luego no te debería importar que haya gente que pagó menos.
Hola Pedro,
Te encuentro toda la razón cuando dices que la solución seria crear precios justos, pero lamentablemente no creo que eso sea posible. Yo me he indignado bastante cuando veo que me están cobrando 20 rupias sobre el precio, pero no es por las 20 rupias en si (200 pesos chilenos) es por que muchos vendedores se aprovechan cuando no conoces los precios o cuando vez que eres extranjero, tendría la misma reacción si me cobran 20, 200 o 2000 rupias sobre el precio de verdad, por que me están engañando. La mejor solución es comprar en lugares donde los precios están publicados, así estas seguro que estas pagando el precio justo.
Saludos,
Es que ése es justamente el punto: no hay forma en que esas 20 rupias hagan objetivamente alguna diferencia para ti, mientras que para un conductor de tuk tuk sí puede hacer una gran diferencia.
Es verdad eso, para muchas personas en la India 20 rupias puede ser una diferencia, es un país increíblemente pobre. Pero aun así no creo que pueda justificar que alguien se aproveche de ti solamente por que no eres del lugar o por que no conoces los precios, por que hablando fríamente es eso, alguien aprovechándose de una situación. Es como los taxistas que dan 3 vueltas a la ciudad para abultar la cuenta aprovechándose de los turistas que no conocen el lugar, una sinvergüenzura.
No sé, yo esto me lo pregunté varias veces en la India, y pensé que debe ser súper violento para ellos ver como llega gente de otros lados con mochila al hombro a pasarlo bien y sacar fotos, en su país, mientras ellos se sacan la re mierda en la miseria pa ganarse cada rupia. Y andamos con cámaras y iphones y ipad y más encima les peleamos cada rupia. Debe ser muy violento.
las cosas valen según cuanto las necesites, si mueres de sed y te venden un vaso de agua en 10 dolares tu veras si pagas o mueres, los precios obedecen a oferta y demanda, no a la “justicia”, ni son algo fijo, siempre dependerán de la necesidad del cliente. para un local el precio es diferente el sabe moverse en la ciudad y comprar en otras partes, pero el visitante es otra cosa totalmente diferente con otras necesidades, otra situación financiera etc. no puedes esperar pagar lo mismo que un local, tu no eres un local sino un viajero, con otras prioridades, y te cobraran según tus necesidades de viajero que es tu realidad. en Colombia es común que a un local no le dan posada ni comida pero a un viajero le pueden dar todo gratis, porque lo necesita.