Llegamos a Bilbao por las vueltas de la vida y solo unos días, nunca planeamos conocerla, yo creo que por eso la disfrutamos tanto, para nosotros conocer Bilbao fue como encontrarnos 50 euros en la calle, mucha suerte.
Después de buscar por días la manera mas barata de volar a Sudamérica estábamos perdiendo esperanza, los vuelos estaban carísimos, algo obvio ya que es verano y a la mayoría de la gente le da por viajar en estas fechas. Cuando entrabamos a las paginas de las aerolíneas a buscar un vuelo desde Francia a Santiago los precios no bajaban de los 850 euros por cada uno, realmente una barbaridad. En paginas como Skyscanner el precio bajaba un poco y rondaba los 650 euros por persona, pero por vuelos de dos semanas y nosotros queríamos estar en Sudamérica por lo menos 6 meses y al hacer esa combinación de fechas el precio se disparaba nuevamente.
Hace un tiempo atrás escribimos un artículo llamado “Como comprar un pasaje de avión Barato”, estamos dando consejos sobre algo que no podemos hacer, no es una sensación muy agradable.
Hasta que Anne en un arranque de genialidad encontró un pasaje desde Bilbao hasta Buenos Aires por 920 euros, 460 por persona. Volvíamos a ser los mismos ¡podemos dar consejos y si funcionan! Por supuesto nos quedaba la pregunta ¿Cómo llegamos de Lille a Bilbao y desde Buenos Aires a Santiago? Hacer dedo en Argentina no es difícil, un par de años atrás cruzamos la cordillera a bordo de un camión y por suerte volar en Europa es bastante barato, buscando un poco encontramos un vuelo de Ryanair desde Bruselas a Santander, que esta solamente a 100 km de Bilbao. Un poco de paciencia y algunas horas buscando vuelos y ya estábamos listos, podíamos dar nuestro primer paso de viaje, llegar a Bilbao.
Bilbao, una joya vasca
Bilbao es la capital de Vizcaya, una de las regiones del país vasco. Es una ciudad viva, como lo son todas las capitales, pero a la vez es una ciudad amable y limpia, algo que le falta a muchas grandes ciudades. Tiene sus propios lugares emblemáticos, como el Museo Guggenheim o las entradas del metro, cosas muy propias y únicas.

Casco antiguo de Bilbao.
Caminamos por el centro de la ciudad, la verdad no es difícil conocer todo en un par de días, quizás un poco mas si vamos a otros lugares como el Puente de Vizcaya, que es el único lugar del país Vasco reconocido como patrimonio de la humanidad, por supuesto verlo es gratis y para llegar a el solo hay que bajarse en la estación Areeta del metro de Bilbao.

Cosas curiosas que encontramos caminando por la ciudad.
Sin buscarlo encontramos un barcito, no el típico bar para salir de fiesta, este era distinto. Por lejos éramos los mas jóvenes del lugar, en una mesa un par de ancianos jugaban algo que no supe distinguir, algún tipo de juego de mesa. En la otra esquina un grupo veía un partido de futbol, como en este tipo de lugares todo el mundo se conoce. Un lugar cálido y popular, donde una cerveza cuesta 1 euro y una rebanada de tortilla 1,40. Por un rato nos sentimos como locales. Una curiosidad del bar es que venden Calimocho, vino tinto con Coca Cola, no es algo nuevo ya que en Chile tomamos lo mismo, la curiosidad es que Bilbao esta solo a 120 kilómetros de la frontera con Francia y mezclar el vino con cualquier cosa es impensable en Francia, es mas, las veces que he contado que en Chile tomamos jote (vino y Coca Cola) no me creen.
Con tormenta y todo, un placer
De los cuatro días que estuvimos en Bilbao, llovió 3, el clima no nos acompaño, pero la lluvia y el granizo no cambian nada, esta es una de las veces donde vemos el vaso medio lleno, no conocimos la ciudad como hubiésemos querido, no caminamos todo lo que hubiésemos querido caminar. Pero aun así, me voy contento, quiero volver un día a recorrer Euskadi, esta ciudad no me pudo dejar una mejor impresión sobre los Vascos y su país.

Quizás cuando volvamos el perrito tenga flores.
Nos vamos felices, se acaban nuestros días de invierno ya en un par de días estaremos en Buenos Aires. Vuelvo a mi Sudamérica querida.
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