Hoy la mítica Ruta 40 nos ofreció un pequeño viaje al pasado. Mítica pues esta carretera atraviesa la Argentina de norte a sur, desde la frontera boliviana hasta el extremo patagónico, siempre costeando los Andes. La ruta sube, baja, se convierte en autopista y camino de grava, cruza ríos, montañas, pampas y viñas. Cambia de mascara a lo largo de sus 5300 km. Hace soñar y con razón, solamente conocemos el tramo que pasa por la provincia de Mendoza, la 40 es magnífica, nos muestra una verdadera colección de postales.
Por un par de días nos sorprendimos con la imagen de Bardas Blancas, un recuerdo del siglo pasado.
Todo empeza con el tramo Malargüe – Bardas Blancas, 65 km a bordo de un Jeep construido en Argentina en los años 70, bastante a maltraer, sorprendiendo mientras avanza lento pero seguro la a veces tortuosa y alta Ruta 40. En Argentina los autos son costosos, especialmente los importados, por eso es muy común ver circular vehículos antiguos. Rafael, su propietario, es mecánico y la forma en la cual mantiene su Jeep debe ser su mejor publicidad.
Bardas Blancas es un pueblo pequeño, al costado del Rio Grande, donde las casas son de construcción modesta, los caballos y gallinas libres son más numerosos que los peatones y donde se encuentra un parque paleontológico que muestra en la entrada del pueblo huevos de dinosaurios fosilizados.
No hay señal de telefonía móvil y se escucha solo una cadena de radio que cada día, a las 13:00 hrs., transmite los comunicados, para mantener comunicados a los habitantes del área. “A Gonzalo González, residente de Bardas Blancas, su tío le informa que viajara a la zona este martes y pasará a saludarlo”. Benjamín y yo nos sentimos que estamos en un lugar realmente aislado, o como dicen los argentinos, en la loma del orto.
El tráfico es escaso, pues la Ruta 40 no está asfaltada y la opción más cómoda es pasar por el medio del país, por tal razón no encontramos a nadie para llegar a la siguiente ciudad, ubicada a 145 km al sur. Cuando cae el día nos encontramos nuevamente con Rafael quien nos invita a pasar la noche en su casa, cerca del pueblo, junto a la Ruta 40. Él tiene la idea de hacer un camping en su terreno, ya que a 3 kilómetros se encuentra el desvío hacia la frontera con Chile, en el paso Pehuenche. No es un paso muy usado, pero esto cambiará ya que se están realizando los trabajos en el lado argentino para transformarlo en el corredor transoceánico que remplazará al Paso los Libertadores como vía de transito principal entre Chile y Argentina. Esto Rafael lo sabe y está a la espera de su oportunidad de negocio. Nos habla de su vida y sus proyectos, siempre con un vaso de cerveza regional “Los Andes” en su mano. Terminamos la velada con un asado y mientras la noche llega mi mirada se pierde entre las estrellas de este cielo aun puro.
Imagino como se verá este pedazo de Argentina dentro de 5 años, esta burbuja verde y estrellada a la par de un mundo más tecnológico. Con el progreso no será lo mismo, pensar en esto me da pena, pero el corredor transoceánico traerá más que estrellas y caballos en libertad.
Al día siguiente, después de varias horas haciendo dedo sobre la ruta casi desierta desistiremos, elegiremos viajar al sur por el lado chileno donde existe solo una ruta y volver a Argentina por algún otro paso. Descubriremos el paso Pehuenche ubicado en un hermoso valle, destinado a desaparecer por un embalse y pasaremos un par de días entre aduanas en espera de un auto.
Hacer dedo en esta parte de Argentina puede ser frustrante y difícil. Pero estoy feliz de haberlo conocido: aun sin haber avanzado un kilómetro descubrimos mucho.
Etiquetas: Viaje a dedo Viaje: Chile y Argentina
1 Comment
yo tb me perdi en la ruta 40 y con temporal de viento, la wea mas atroz de la vida, y resulta que un camionero me conto que el problema es que hay 2 rutas 40 porque el govierno le pago a una empresa para que la pavimentara y los pillos en vez de hacer la pega le colocaron carteles de “ruta 40” a otra carretera perdida de por ahi con cemento..
asi que por eso la 40 de verdad sigue siendo de tierra.
no se si sera verda la historia pero yo vi 2 carreteras con el mismo nombre, una con cemento y otra no.. y me perdi….
plop!
saludos.